– William A. Ward, escritor y poeta Y, sin embargo, casi paradójicamente, la gratitud sirve como un poderoso catalizador para ayudarte a manejar tu ansiedad de manera eficiente a fin de superar los días depresivos.

La gratitud es un hábito para cultivar y un músculo para desarrollar.

Cultivar un hábito duradero y tonificar un músculo débil requiere tiempo, práctica y persistencia. Si pensamos en las emociones y los sentimientos como frecuencias energéticas, podemos clasificarlos en dos tipos: Las emociones de Alta Frecuencia nos levantan y nos elevan. Nos fortalecen física, mental, emocional y energéticamente. Las emociones de Baja Frecuencia son emociones pesadas que nos arrastran por la escala.

Los problemas comienzan a surgir cuando nos mantenemos en una baja frecuencia particular durante demasiado tiempo, como cuando estamos crónicamente ansiosas, enojadas o deprimidas. Entonces, nuestro estado de ser comienza a establecerse en esa frecuencia, lo que hace que sea más difícil volver a subir la escala. Es por esto que cultivar el hábito de la autoconsciencia es clave. Los sentimientos de gratitud no se generan de un día para otro, sino que es necesario hacer un trabajo en nuestra salud mental, un ejercicio diario de gratitud para poder tener un efecto sobre las funciones corporales, el sistema inmunológico y nuestra consciencia. Los ejercicios de gratitud pueden ser pequeños actos de bondad que nos permitan sentirnos tal vez más vivas, con niveles de estrés menores y donde podamos llevar una vida cotidiana positiva. Todo esto tiene que ver con la inteligencia emocional. Los beneficios de la gratitud y las emociones positivas tienen un efecto directo en las emociones negativas, generan cosas buenas y evitan cosas que no nos imaginamos, como puede ser el dolor físico; además de colaborar con un mejor sueño, la resiliencia y la toma de decisiones.

Cuando aprendemos a estudiarnos a nosotras mismas y observar dónde estamos en la escala, podemos convocar el poder edificante de gratitud, aprecio y satisfacción para ayudarnos a elevarnos de nuevo.

“El verdadero regalo de gratitud es que cuanto más agradecida estés, más presente estarás”. – Dr. Robert Holden, Psicólogo y Autor No estamos hablando del tipo de gratitud a medias, apresurada, de memoria, disimulada.

Esto se trata de sentir que la energía de la gratitud ilumina tu interior.

Sabes que estás en el espacio de la gratitud porque sientes visceralmente un cambio. La piel de gallina, o una sensación de calor en tu cuerpo, o un escalofrío en la columna vertebral, o una sonrisa incontrolable, o los ojos llorosos.   Los Increíbles Beneficios para la Salud del ‘Gracias’  La imagen de arriba fue tomada como parte de un estudio realizado por el Instituto de Heartmath, que quería rastrear cómo las diferentes emociones afectan el cuerpo, específicamente cómo afectan el corazón. Puede disminuir la presión arterial, mejorar la función inmunológica y facilitar un sueño más eficiente. La gratitud reduce el riesgo de por vida de depresión, ansiedad y trastornos por abuso de sustancias, y es un factor clave de resistencia en la prevención del suicidio… La gratitud bloquea las emociones tóxicas, como la envidia, el resentimiento, el arrepentimiento y la depresión, que pueden destruir nuestra felicidad. Es imposible sentir envidia y agradecimiento al mismo tiempo. -Robert A. Emmons, PhD, profesor de psicología en UC Davis y experto científico líder en la ciencia de la gratitud La lectura del ritmo cardíaco en la parte superior en rojo se registró durante un momento de frustración, otra emoción de baja frecuencia. Observa el patrón irregular y errático que representa la energía que se está drenando mientras la función y el rendimiento del cerebro se ven afectados.   La lectura azul de la parte inferior se registró durante un momento de apreciación. Observa el patrón más armonioso, similar a una onda sinusoidal, que representa la función cerebral óptima, el rendimiento mejorado y la mayor capacidad de recuperación. Esta es una representación física del poder de las emociones de alta frecuencia: pueden afectar nuestra capacidad de pensar, procesar, crear, razonar y recordar. Incluso fortalecen nuestros cuerpos mediante la construcción de nuestros sistemas y órganos corporales, al mismo tiempo que fortalecen nuestra inmunidad. De hecho, varios estudios ahora están demostrando cuán poderosos pueden ser la gratitud, la apreciación y la satisfacción. Según la Investigación de UC Davis: “La gratitud se asocia con niveles más altos de colesterol bueno (HDL), niveles más bajos de colesterol malo (LDL) y presión arterial sistólica y diastólica más baja, tanto en reposo como en situaciones de estrés.  También se ha relacionado con niveles más altos de variabilidad de la frecuencia cardíaca, un marcador de coherencia cardíaca o un estado de armonía en el sistema nervioso y la frecuencia cardíaca que se equipara con menos estrés y claridad mental. La gratitud también reduce los niveles de creatinina, un indicador de la capacidad del riñón para filtrar los desechos del torrente sanguíneo, y disminuye los niveles de proteína C reactiva, un marcador de inflamación cardíaca y enfermedad cardíaca”. (1) También encontraron que:  – Aquellos que practican la gratitud con regularidad tienen más probabilidades de hacer más ejercicio y cuidar más sus cuerpos, lo que a su vez ayuda a controlar mejor la ansiedad y la depresión.   – Aquellos que mantienen listas de gratitud tienen más probabilidades de progresar hacia metas personales importantes (académicas, interpersonales, de salud).  – Practicar gratitud antes de acostarte puede ayudarte a dormir mejor y tener un sueño de mejor calidad. (2)  Se muestra que las emociones de baja frecuencia tienen el efecto contrario. Nos desgastan física, emocional y mentalmente. Inician una cascada de hormonas del estrés que debilitan nuestros cuerpos al afectar funciones como la digestión, la inmunidad y el metabolismo.

Cómo la Gratitud Puede Cambiar Tu Cerebro Ansioso/Deprimido

Un estudio tomó a 43 individuos que ingresaron a la psicoterapia por ansiedad y/o depresión y les asignó un ejercicio simple de gratitud, cómo escribir cartas de agradecimiento. Tres meses después se les realizaron escáneres cerebrales. Los investigadores descubrieron que un ejercicio de gratitud tan simple cambiaba el cerebro del sujeto de una manera que estaba “asociada con una sensibilidad neuronal significativamente mayor y duradera a la gratitud”. (3) El neurocientífico cognitivo Dr. Christian Garrett explica las implicaciones de los resultados del estudio: “Mientras más práctica le das a tu cerebro para sentir y expresar gratitud, más se adapta a esta mentalidad…  Cuanto más esfuerzo hagas para sentir gratitud un día, más te llegará el sentimiento de forma espontánea en el futuro”. (4)  Entonces, ¿cómo puedes profundizar tu propia práctica de gratitud para poder cambiar tu cerebro y comenzar a experimentar estos poderosos beneficios?

 

Aquí hay 3 formas simples:

(1) https://www.ucdmc.ucdavis.edu/medicalcenter/features/2015-2016/11/20151125_gratitude.html (2) http://emmons.faculty.ucdavis.edu/gratitude-and-well-being/ (3) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26746580 (4) https://www.thecut.com/2016/01/how-expressing-gratitude-change-your-brain.html# (5) https://www.healthimaging.com/topics/advanced-visualization/fmri-illuminates-brain-changes-those-who-show-more-gratitude

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